Efecto tyndall
Mana el otoño
su rayo conjetural
por las hendijas paralelas de la tarde
despertando los dorados dragones del misterio
escalonadas criaturas ambarinas
que se arremolinan en fractales acrobacias
Secciones
(bolsillo/mis pruebas)
Ejemplo de Tabbox
Mana el otoño
su rayo conjetural
por las hendijas paralelas de la tarde
despertando los dorados dragones del misterio
escalonadas criaturas ambarinas
que se arremolinan en fractales acrobacias
Los contornos de la ciudad se estremecieron sordamente con un movimiento de animal subterráneo. El crepúsculo sobredibujaba un eco rojizo en el círculo lejano del horizonte, pero nadie lo vió (la barrera de hormigón, eterna, inquebrantable).
Si de escribir se trata, no me niego
a estar con el trasero, quietamente,
anclado en mi butaca, indiferente
a toda circunstancia ajena al juego
de hallar una metáfora decente,
o la chispa inicial que ponga fuego
a la lumbrera interna con que luego
ilumino el vacío de mi mente.
Video
El pájaro de oro
de líneas gráciles y furia decidida
ataca la esfera donde un árbol
en su breve planicie verde y acotada
flota sobre un océano diminuto y acerado
Allí la daga de un pez ensimismado
me observa en silencio
obviamente
Ocaso aplacó tus vapores agresivos
y una brisa a contramano
no alcanza a rizar tu epidermis aceitosa
cuyas lácteas lunecencias
ondulan, como boas ancestrales,
hacia un remoto origen de yemas optimistas.
Cinta de luto, aún más anochecida,
con una hebilla de plata que trae del recuerdo
orillas frescas y juncos estremecidos.
¡Pobrecito animal manso y apaleado!
En tu agónico reptar de pluviales movimientos
aún persiste la memoria del vergel y los jazmines.
Esta noche olvidás la ofensa suburbana
y brillás,
generosa guirnalda que se tiende
desde mi desazón al ojo ebúrneo
que nos mira discurrir conjuntamente
en un intento terco y obcecado
de mantener el cauce y la mirada.
Desde el puente,
tus reflejos de ameba iridiscente
estallan calmos, me dilatan, me contraen,
en un musical silencio de latidos apagados.
¡Contagiame la gracia
que, aún en los estertores subcutáneos de tu muerte,
le gritás a las ruinas fabriles de tu vera,
que, atónitas,
en su limbo lunar de grúas oxidadas,
no entienden (pobreza mineral)
que en tu lecho de barros venenosos
subyace el germen resistivo de tu vida!
Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas… necesarias para quien las profiriera