Secciones
Suspiró el bosque adormecido
su nube matutina de alas soñolientas
de trinos escondidos
perlaba sus hojas
la condensación nocturna del deseo
que ya goteaba redondos sortilegios
sobre la alfombra ansiosa de bestias y de cuentos
un bautismo de oro
renovaba su silvestre majestad
removiendo el tul de brumas protectoras
un aroma de silentes combustiones
de microscópicas batallas
serpenteaba entre los troncos milenarios
como un duende taciturno en busca de su encanto
pausado en anochecidas bambalinas
para que otros misterios
danzaran su aquelarre de bondades
los dedos del sol filtraron su homenaje
despertando brotes y alimañas
y una acuosa melodía
desperezó la resonancia de su cauce
trayendo secretos de otras cuencas
llevando su milagro rumoroso
al oído del hombre
lavando sus miserias.
— DHB
Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas… necesarias para quien las profiriera